Por dónde empiezo...


      Llego a la cocina, abro la despensa con la intención dejarla impoluta...jeje...impoluta, "¿por dónde empiezo?", me digo. Espero una iluminación divina del tipo "por la balda de arriba" o "las latas en el mismo lado", etc. Una fuerza especial que impulse mis manos y empiecen a hacer algo de provecho. Pero no...entonces comienzan los sudores, el agobio; me bloqueo y me voy a ver la tele o a terminar alguna cosa del trabajo. Ya lo intentaré otro día...
 
      El problema es que esto me sucede con los armarios, las estanterías del cuarto de estudio, el armarito del baño, el aparador del salón, las mesillas de noche, etc. 
 
      A lo largo de todo este curso (desde Julio del 2012 hasta Julio del 2013) me he propuesto darle un giro de 180º a mi casa y transformarla en un lugar ordenado donde poder estar tranquilos; no sé si alguien ha experimentado angustia al estar en una habitación desordenada...yo sí y quiero que eso cambie.
 
     
         Así que desde hace un mes me he "entregado" a la causa del orden. He empezado con una habitación y, aunque parezca increible, no he terminado... no importa, tengo un año por delante y mi idea es darle una segunda vuelta a cada armario para completar el trabajo. ¡A ver si lo consigo!